A veces…

Imagen tomada de la red, se desconoce al autor

A veces me pregunto
Que significan tus mensajes ocultos
A veces solo pienso
Cuanto duro en tu pensamiento

A veces me respondes
Con un simple gesto me desmoronas
A veces me preguntas
Con miradas que derriban coronas

A veces…
No soy yo
A veces…
Eres tu solo tu
Y es ahí donde…

A veces me pregunto…
A veces solo pienso…

Como encajas en mi vida
A veces, solo a veces…
Creo que no sanan las heridas

Herbert D. Figueroa B.
® jueves 18 de junio del 2015
Derechos de Autor
Derechos Reservados

Al Cantor

 

Imagen tomada de la red

 

Llegar al punto de quiebre de tu voz
Donde desgarras tu alma en un sentimiento
Mientras elevas tu corazón al viento
Rompiendo en llanto, risas, amor o sufrimientos

 
Donde el dolor a flor de piel en el sonido
Abre cruelmente la ilusión rota
De aquel triste mendigo que en cada nota 
Hace eco glorioso en tu sentido

 
O quizás encuentre en tu cantar un nicho
Que rompa en risa y alegría por tu canto
Haciendo que de felicidad brote el llanto
Ya que gritas su sentir amoroso nunca dicho

 
Tal vez sea el vínculo tierno y puro
Que emana del lazo hábilmente tejido
De dos corazones que en un sutil quejido
Encuentran la puerta que rompe el muro

 
Muro que encierra la salvaje pasión
Que hace arder la sangre en las venas
Disfrutando de su relación a manos llenas
Escapando de cada cual fuera de razón

 
O es el tierno beso cándido y sonoro
Que estalla en los pechos amorosos
De los amantes que tímidamente temerosos
Encuentra libertad en tus palabras hechas coro

 
Allá, allá donde tu timbre es más alto
Donde tu sentir se vuelve libre
Haciendo que el espíritu vibre
Descubriendo los sentimientos hechos canto

 
Gracias cantor por darnos tu cantar
Por el regalo de tu talento
De tu alegría, risa, llanto o sufrimiento
Gracias por permitirnos tu canto escuchar

 Herbert D. Figueroa B.

Martes 02 de diciembre del 2014

 

 

La brisa

Imagen tomada de la red

La noche se vuelve mi picara cómplice
Al susurrar delicadamente a la brisa
Arrancando dulcemente tu sonrisa
Al escuchar en el murmullo tu nombre

Es con pálidas notas plateadas
Que la dulce sinfonía de la luna
Saca de su silente e inocente cuna
A las ninfas musas enamoradas

Vuelan mágicamente alborotadas
Por encima de las bellas nubes
Donde duermen los bellos querubes
Desvelados por las emocionadas

Van con las tiernas voces de Eros
Cantando muy alegre e ilusionadas
Todas conmovidas y muy apasionadas
Por los sonidos de los versos primeros

Vocablos que salen desde el fondo
Del más dulce de los sentimientos
Que se engendran en los pensamientos
De este loco mundo donde rondo

Donde este alocado y humilde hombre,
Cruel y felizmente embelesado
Con fuerte voz y muy enamorado
Grita al enorme mundo tu nombre

El cual viaja veloz y suavemente
Con la ayuda de la tranquila brisa
Esa que roba tu bella sonrisa
Llevando la voz del feliz amante

Herbert D. Figueroa Benavente

Lunes 17 de noviembre del 2014

Sabor dulce y agrio

Con el sabor dulce y agrio
De una copa de vino y queso
A tu cintura me abrazo a diario
Mientras mis labios roban un beso

Escuchando un tango en la estancia
Mi mente baila enamorada
Viendo tu figura allá en la distancia
Y tu voz cantar ilusionada

Suspirando por mi calor
Sonriendo de alegría
Feliz por todo el amor
Que vivimos día con día

Herbert D. Figueroa B.

Martes 11 de noviembre del 2014

El Beso

 

Puede ser tierno e inocente como el de un niño para su amada buena madre
o cruel e insolente como el del amante que al alejarse la puerta abre

A veces dulce y cálido como el del amor que es muy bien correspondido
o triste y melancólico cuando en el féretro se le da al ser querido

Puede ser fogoso y ardiente cuando en la juventud en otra boca se pierde
o frio y desapasionado cuando la rutina a casa tristemente ha llegado

Puede ser unión cariñosa cuando en la vejez mantiene la armonía amorosa
A veces es fugaz pero indeleble cuando en un solo instante en el alma se prende

Puede significar traición, como el dado por el discípulo al maestro sin razón
o significa muestra de lealtad cuando los amantes lo otorgan en el altar

Puede ser muchas cosas, incluso un gran recuerdo en el alma de las dulces bocas
que pausadas esperan ardorosas el regreso del amante en el olvido

Puede ser dulce como la miel cuando besas otras bocas a flor de piel
o amargo como la hiel cuando no lo aceptan y desprecian todo tu ser

Puede ser puro y sincero cuando lo das con el corazón entero
o vil e inhumano cuando observas que alguien más besa a tu ser amado

Puede ser el inicio de una guerra que amenaza con llevarte bajo tierra
o el inicio de una conquista que muy alegre los llenara de sonrisas

Todo eso y más puede ser, imposible es a su totalidad llegarlo a comprender
lo único que ansío es poder tener, la dicha de besarte y que me llegues a querer

 

Herbert D. Figueroa B.

Miercoles 21 de mayo del 2014

Cuando Llega la Noche

 

Ya comienza a menguar el baile del astro solar

Empieza pronto la reina de la noche a brillar

 

No me gusta que la noche llegue a mi habitación

Ya que empiezo a sentir que aumenta y crece la emoción

 

El fulgor del fuego salvaje inunda mis pupilas

Como alcohol que entra en mis venas, como tequilas

 

Embriagando mis sentidos que van en  busca tuya

Como un pintor loco enajenado en pos de su musa

 

Los grandes corceles del placer corren por mi mente

Palpita mi corazón rápida y furiosamente

 

Pero, no me gusta que llegue la noche serena

Porque sé que no estarás más aquí mi dulce dueña

 

Te extraño tanto cuando viajo, cuando me ausento

Que no me gusta que llegue la noche a mi aposento

 

Ya comienza a menguar el baile del astro solar

Empieza pronto la reina de la noche a brillar

 

Y mi triste alma como fantasma empieza a suspirar

Porque sé que no estarás aquí para poderte amar

 

Herbert D. Figueroa B.

De tu Alma Enamorada

 

¿Porque es trémula y sombría la luz de tu mirada?
¿Porque tu sonrisa ya no es más mi blanca alborada?

Pobre niño desnudo que mudo en tristeza su esperanza
Puso pie firme y seguro en blancas y tibias añoranzas

Hizo eco el tortuoso sonido del silencio etéreo
Donde sueños hacen nido buscando sus reflejos

Quiso el alma acaso cansada encontrar nido en tu arrogancia
Buscando humildemente de tu dulce alma la fragancia

No, no es posible olvidar mi llanto si me encuentro suspirando
Tristes cantos, tristes trinos llenos de sueños puros y blancos

Más allá de la cúpula del deseo carnal, del humano
Más allá de la culpa de tortura infernal, del deseo anciano

Heme aquí preguntando a los vientos salvajes e indomables
Tus dulces exhalaciones vivificantes e inalcanzables

¿Porque ya no soy el centro universal de tu deseo?
¿Acaso has olvidado en tu alma aquel hermoso cosquilleo?

Aquel puro, dulce, bello e inmaculado sentimiento
Aquel sencillo y humilde estado de enamoramiento

Ha mudado de luz tu mirada brillante y gloriosa
Ya no soy el rey dueño de tu corazón bella diosa

Ahora es otro el sol de tus magnificas alboradas
¿Es acaso otro el dueño y señor de tu alma enamorada?

 

Herbert D. Figueroa B.

 

Acerca del Hombre

Hoy quiero hablar acerca del hombre
ese ser sin rostro, y sin nombre
¿Juguete triste y vil del destino?
ó ¿sínico constructor del mismo?

¿Impactante imagen de la ilusión?
¿Humilde, esbozo de la creación?
ó ¿Simple ladrón, engaño, traición?
quizás, ¡solo una burda imitación!

¿Qué crees tú?, dímelo gran señor
Te crees heredero de razón
Dueño del teatro, ¿Quizás actor?
Quizás rey de la manipulación

Para ser considerado dueño
Para que nadie quite tu sueño
De apropiarte de todo este reino
Que para ti, aún es pequeño

Donde no cabes, culpa del ego
Pobre criatura, mi niño ingenuo
Entiende, ya eres menos que nada
Simplemente imagen falseada

Eres simplemente, un eslabón
De la gran, hermosa e inmensa creación
No, no eres más nada, no eres razón
Aprende, se humilde de corazón

Herbert D. Figueroa B.

 

 

La Fría Realidad

Dientes filosos como cuchillas
Deseos obscuros y morbosos
Almas en pena sin nuevos días
Llevando sonidos quejumbrosos

Ojos con garras armados, listos
Cuerpos decadentes, sin futuro
Sueños truncados y muy mal vistos
Adolescentes e inmaduros

Quiebra espíritu solo el verle
Su presencia te estremece
Quiera Dios nunca encontrarle
Para así no avergonzarte

Pero el perro del remordimiento
Tu mente acecha cada instante

Es la fría realidad que no ves
Es la fría verdad no aceptada
Fría y menospreciada tal vez
Quieras invisible a tu mirada

Pero la herencia del pecado
Te persigue por todos tus días
Que tu honor mucho ha mancillado
Por La fría verdad perdón mendigas

Como sombras del maldito destierro
Son muertos que deambulan ya sin vida
Son hijos del sin amor y el desprecio
Niños que en las calle viven presos

Tu mente se atormenta y afana
Ya tu espíritu busca olvido
Tu alma tontamente se ufana
Que es culpa de los que mal han vivido

Pero el perro del remordimiento
Tu mente acecha cada instante

Es la fría realidad que no ves
Es la fría verdad no aceptada
Fría y menospreciada tal vez
Quieras invisible a tu mirada

Pero la herencia del pecado
Te persigue por todos tus días
Que tu honor mucho ha mancillado
Por La fría verdad perdón mendigas

Por los niños sin futuro
Es la fría realidad que no ves
Por los niños sin mendrugo
Es la fría realidad que no ves

Hombre necio y testarudo
Es la fría verdad no aceptada
Pide a Dios no venga el verdugo
Por la fría verdad no aceptada

Pero el perro del remordimiento
Tu mente acecha cada instante

Por los niños sin futuro
Es la fría realidad que no ves
Por los niños sin mendrugo
Es la fría realidad que no ves

Herbert D. Figueroa B.

Lunes 25 de noviembre del 2013

La mujer en mi melodía (El angel de mi poesía)

Eres como la brisa que se esparce
Como fuego viejo que quema
Y que al final siempre arde
Como versos de un poema

Eres como guitarra que llora
Rompiendo el silencio asfixiante
En medio de la noche sola
Esperando a que alguien cante

Eres celos que muerden el corazón
Eres la locura en medio de la razón

Eres Tú la mujer en mi melodía
Eres tú la dueña de mi vida
Eres en mí luz de medio día
Eres el ángel que me cuida

Eres Tú la mujer en mi melodía
Eres princesa salvaje y bandida
Eres todo y nada en esta vida
Eres el ángel de mi poesía

Eres como el frío viento de otoño
Que me hace quedarme en el hogar
La música que calma este demonio
Que gusta de tu miel en el paladar

Eres Rabia que impulsa mi enojo
Que roba mi aliento y mi paz
Eres la delicada niña de mi ojo
Todo eso eres y aun mucho mas

Eres celos que muerden el corazón
Eres la locura en medio de la razón

Eres Tú la mujer en mi melodía
Eres tú la dueña de mi vida
Eres en mi luz de medio día
Eres el ángel que me cuida

Eres Tú la mujer en mi melodía
Eres princesa salvaje y bandida
Eres todo nada en esta vida
Eres el ángel de mi poesía

Eres…
La mujer en mi melodía

El ángel de mi poesía

Herbert D. Figueroa B.