Se puso un día él a cavilar, suavemente en su interior empezó a caminar, dejo a tras su mundo, ese mundo real donde tiene trabajo, deudas que pagar, situaciones que solventar, lo dejo a tras, solo para reflexionar y comprender ¿Cómo eres tú?
En los laberintos de su alma, bajo la suave corriente de su pensamiento fluye lentamente tu imagen, tu voz, tu sonrisa que ilumina el interior de este ser que sufre y llora pero, a la vez, añora por la felicidad que le brindas, por el placer y la sonrisa que provocas.
Ese ser que solo y en silencio analiza y descubre con gran alegría como eres tú.
Eres para él una belleza extraña única, una belleza impensable, inefable que solo se puede expresar en tu ser, no hay otra forma.
Como expresar ese mirar, esa figura, esa sonrisa esa forma de ser, solo podía pensar que quizás, se podría expresar en su pensamiento, al recordarte, al imaginarte ahí con él y expreso:
-Eres el momento exacto, esa situación sencilla que ve pasar el tiempo como me gusta: lento. Lento como cuando en mis labios susurran tus versos, versos que expresan lentamente mi verdad.
Esa verdad que grita a todo pulmón pero en silencio, con una mirada, con una caricia, con una sonrisa, lo increíble, lo maravilloso, lo esplendoroso que fue el que aparecieras en mi vida.
Eres tú y nadie más que tú, tú eres su mundo, tú eres la música, tú eres la luz, los sentimientos, como explicar la belleza de una tarde de sol brillando entre las ramas de los arboles, jugando entre las flores.
Eres como los aromas de los más bellos perfumes, de los más bellas flores, que impregnan el ambiente cuando aparecen, así, así eres tu cuando entras en mi vida, dejas tu esencia impregnada en la mía-
(Fragmento)
Herbert D. Figueroa B
Guatemala, jueves 01 de octubre del 2015.
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