Con la quietud de la soledad nocturna
Inquietante, hilvanando con premura
Esperando claridad de la luz diurna
Siento el cobijo de la noche, dulzura
Mi mente recorre recovecos tristes
Mis labios palabras llanas y ajustadas
Mis ojos reflejos opacos y grises
Entonando razones desfiguradas
Llama mi alma, a mi vista taciturna
Mi voz responde al silencio con holgura
Quizás escape libre de triste urna
Y la risa de este cuadro o figura
Más allá donde Tú, gran locura existes
Donde musas viven desencadenadas
Allá donde las maravillas persisten
Libres todas viven y mas no encerradas
Allá quizás sea mi mente soberana
Mi dulce inspiración sea emancipada
Sin ataduras vuele feliz y lozana
De bella poesía sea matizada
Allá quiero estar y seguir por siempre
Fecundo como tierra, libre como el viento
Allá donde por siempre mi rima remembre
La poesía hermosa que trascienda el tiempo
Herbert D. Figueroa B.
Miércoles 09 de julio del 2014