
Lentamente los dedos corren sobre las teclas, susurrando caricias con las letras, suavemente someten una a una a las desdichadas, que sin más remedio tienen que ir expresando cada palabra, sucumben ante el atroz ataque de las manos, imprimen en la pantalla las emociones que describen los dedos, una a una las voces dormidas en el pensamiento, van naciendo, suaves, mustias, lentamente se abren paso por las líneas de la hoja.
Ojala sepa a donde va, ojala y encuentre razón para este escrito, ojala no sea otro roto edicto, que nunca sale a luz, porque se mantiene ahí esperando que se complete, que se libere y salga para que alguien más lo lea, lo disfrute, lo comprenda y lo hago suyo, que exprese el pensamiento de quien lo escribe y se identifique en el quien lo lee.
Pero qué extraño, hoy no hay tema central, simplemente va de un lado a otro, esperando esbozar una sonrisa o quizás una lagrima, una caricia o un desaire, no lo sé, simplemente vuelan los dedos sobre las teclas, como si fueran barcos surcando los mares, como aves sobre el manto de árboles, quien sabe, quizás si exista un tema central, no lo sé, los dedos solo se dejan llevar por el éxtasis del que escribe, que lo impulsa a seguir, presionando locamente las teclas, rápidamente, furioso y con violencia, como si el tiempo se agotara demasiado pronto, como si el espacio se ensanchara sin límite, recuerda con nostalgia los días aquellos o quizás será mejor pensar en los venideros, estará bien escribir sobre un sentimiento puro y bello o mejor será gritar con fuerte voz sin sonido una angustia por el desamor vivido.
No lo sé, no sé si gustara esto o aquello a quien lea estas líneas, solo sé que se escriben como versos desesperados, desgarrados que tratan de liberar por un momento al ser, de la monotonía del trabajo, de la espera en silencio, de las presiones del día a día; ¿Sera que gustaran quizás algún día?, no lo sé, y quizás nunca lo sepa solo sé que mi alma se encuentra borracha, extasiada, mística, como en un trance sin poder parar, sin poder razonar a conciencia lo que escribe sin demora, como un autómata, se escriben estas letras dejándose llevar a la deriva, por la mar de la inspiración, sin más rumbo que lo que el escrito esboce o deje entrever en cada una de sus líneas, solo se que el alma se siente libre, radiante, ausente de penas y tristezas, se regodea feliz andando sola… a la deriva de las letras, palabundreando, sin rumbo fijo.
Herbert D. Figueroa B.
Lunes 26 de Enero del 2015
PD. Escrito en más o menos 15 minutos, sin tema, solo el gusto de escribir, por cierto, el nombre es la unión entre Palabra y Vagabundear. (Lo siento si ofendo a alguien con esto)